Seguridad en Internet; Es cierto que hoy en día navegar por la web es más seguro que nunca. Gracias a la cantidad de personas que tienen una conexión a Internet, las políticas de seguridad en todo el mundo se han endurecido y es difícil que alguien se meta en problemas… Pero la posibilidad sigue existiendo.

Por ello, todo usuario de Internet debe navegar de forma segura. Es necesario saber cómo gestionar tus datos de manera segura, conocer los riesgos de navegar por la red, detectar ciertas amenazas como sitios o mensajes fraudulentos, estafas informáticas…

Aquí es donde entra en juego la seguridad en Internet.

Internet ha cambiado la forma en que las personas se comunican entre sí, al tiempo que ofrece a los usuarios la posibilidad de acceder a una cantidad infinita de contenidos con una libertad antes impensable. Pero este servicio social y humano también conlleva riesgos que, a diferencia de la vida cotidiana, donde suelen ser físicos, en el viaje por el ciberespacio los peligros para los navegantes están más relacionados con la privacidad y los daños económicos.

Mientras que en los primeros años de la red mundial, las intrusiones ocasionales solían ir dirigidas a empresas y/o instituciones gubernamentales, el desarrollo del comercio electrónico ha hecho que los usuarios corrientes se conviertan en objetivo tanto de ciertas agencias de marketing y publicidad (que a veces utilizan métodos algo dudosos desde el punto de vista ético para obtener información de los usuarios sobre sus gustos y/o hábitos) como de los delincuentes informáticos (cuyo objetivo es obtener datos de acceso a las cuentas bancarias, tarjetas de crédito o sistemas de pago online de los usuarios).

Internet también se ha convertido en el medio de distribución ideal para todo tipo de software malicioso, como virus, gusanos, troyanos y otra fauna electrónica que puede causar graves daños informáticos a los usuarios que no tomen las mínimas medidas de seguridad recomendadas.

La prueba de seguridad en Internet abarca varios factores, empezando por la protección del propio router con una contraseña de alta seguridad y un firmware actualizado. Las contraseñas por defecto son adecuadas, ya que son una combinación aleatoria de letras mayúsculas y minúsculas y números.

Es habitual cambiar las contraseñas por una palabra y una fecha conocidas. Sin embargo, como a menudo se utilizan datos personales como la fecha de nacimiento o los nombres de las mascotas, se pueden descifrar con poco esfuerzo.

Siguiendo con el router, comprueba los tipos de encriptación utilizados. Cuando se utiliza la encriptación WEP, corremos el riesgo de comprometer nuestra seguridad, ya que está anticuada y no garantiza un alto nivel de protección. Pero además de esto, es importante instalar un software antivirus potente que pueda bloquear la entrada de malware en todos nuestros dispositivos.

Además, los sistemas deben mantenerse actualizados. De este modo, se crean parches de seguridad que evitan que seamos vulnerables a los ciberataques. Los piratas informáticos son expertos en identificar formas de entrar en los sistemas de otras personas, por lo que toda precaución es poca.

La navegación es otro factor que influye en la seguridad, y debe hacerse con navegadores fiables y actualizados. Google Chrome o Firefox son algunos de los más conocidos. Y si queremos instalar extensiones en ellos, debemos elegir sólo las de sitios de confianza.

Por último, debemos utilizar servicios VPN si estamos en una red pública. Con ellos, la conexión está encriptada y toda la información que compartimos está segura y a salvo de accesos no autorizados.

Dentro de la seguridad en Internet, puede que no lo sepas, pero cuando navegas por Internet, tu navegador guarda un registro de todas las páginas web que visitas, de las búsquedas que haces, de los archivos que descargas y de unos archivos llamados cookies. Esto significa que si compartes tu ordenador o accedes a Internet desde un ordenador público, otras personas pueden conocer tu actividad de navegación.

Puedes eliminar este rastro de tu actividad del historial de navegación cuando termines de navegar, pero también puedes evitar esta tarea si abres tu navegador en modo privado o de incógnito antes de conectarte a Internet.

Para ello, deberás acceder al menú de configuración de tu navegador y seleccionar la opción adecuada para navegar de este modo. Aunque el navegador recuerda los datos que generas con tu actividad, los borrará cuando salgas y cierres la ventana en la que estás navegando en modo privado o de incógnito.

Antes de continuar con este tema, explicamos brevemente qué son las cookies. No son galletas, pero si lo fueran, estaríamos en un apuro, porque cada vez que visitamos un sitio web «nos dan una», y se almacena en el navegador.

En realidad, se trata de archivos de texto creados por los sitios web, cuya finalidad principal es recoger el comportamiento de navegación del usuario, para luego personalizar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos y anuncios según sus gustos.

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